Los ingenieros de la Universidad de Drexel han desarrollado un revestimiento y una nueva tela relacionada llamada Mxene. El nuevo recubrimiento de Mxene es un material bidimensional que es conductor eléctrico, se ha demostrado que es muy efectivo para bloquear las ondas electromagnéticas y la radiación potencialmente dañina, y se puede tejer en ropa y otros accesorios. A medida que los fabricantes incorporan tecnologías de detección y comunicación en telas inteligentes, la demanda de telas que bloquean las ondas electromagnéticas está aumentando. Los investigadores creen que la tela recubierta con mxene está diseñada para proteger contra el seguimiento y pirateo de dispositivos, al tiempo que protege a las personas de la intensa radiación de microondas.
Es posible que los wearables también necesiten bloquear el tipo de interferencia electromagnética a menudo generada por dispositivos móviles como los teléfonos inteligentes. Con el nuevo recubrimiento, este tipo de blindaje se puede integrar juntos como parte de la ropa. Los científicos han sabido durante mucho tiempo que Mxene puede proteger la interferencia electromagnética mejor que otros materiales, que se puede recubrir con telas y que conserva sus capacidades de blindaje únicas.
Los investigadores muestran que Mxene se puede convertir de manera estable en recubrimientos rociadores, tintas o pinturas, lo que permite aplicarlo a los textiles mientras agrega un peso mínimo y no ocupa espacio adicional. Los estudios han demostrado que si el algodón o el lino ordinario se sumergen en la solución Mxene, puede bloquear la interferencia electromagnética con un efecto superior al 99.9%.
Las láminas Mxene suspendidas en solución naturalmente se adhieren a las fibras de las telas tradicionales de algodón y lino debido a su carga eléctrica. Los investigadores informan que este cargo produce un recubrimiento completo y duradero que no requiere procesos previos al tratamiento o posterior al tratamiento para producir la mayoría de los hilos y telas comercialmente conductores. Después de dos años de almacenamiento en condiciones normales, las telas recubiertas con este proceso pierden solo alrededor del 10% de su eficiencia de blindaje.
